miércoles, 30 de enero de 2008

Perú: "Sendero Luminoso no ha sido derrotado"


Por Augusto Alvarez Torres desde Lima, Perú

Las siguientes son las conclusiones de un extenso trabajo sobre terrorismo, enfocado en el accionar de Sendero Luminoso en Perú.

1. El terrorismo en sus distintas manifestaciones no ha declinado paralelamente con la decadencia de la ideología comunista, mas bien se refuerzan contra lo que llaman el aburguesamiento de los sectores de izquierda, manteniéndose vigente como una amenaza a nuestras sociedades. No se presenta de manera uniforme, variando de acuerdo a la situación de cada país, empleando para ello procedimientos que van desde la infiltración política en los procesos democráticos para desestabilizarlos hasta la práctica violenta de la acción terrorista, aprovechando y adecuando a sus necesidades a los focos de desestabilización, que reivindican demandas de carácter indigenistas, ecológicas, de derechos humanos y otras.

2. Sendero Luminoso no ha sido derrotado, como afirman muchos expertos, la mayoría, de tendencia izquierdista, y tampoco ha habido un rebrote como mantienen otros, lo real es que sendero sigue latente, no fue derrotado totalmente, las dos facciones en que se dividió, mas los remanentes que se ubicaron en el comité metropolitano (Lima), entraron en un periodo de calma, reorganización y clandestinidad, según ellos se encuentran en la segunda reconstitución del partido (Abimael Guzmán 1998), lo que les ha sucedido según sus seguidores es solo” un recodo en el camino “ y que actualmente se encuentran en la” etapa de Florecimiento”, que dura del 2006 al 2008.

3. Los cuadros estadísticos que acompañan esta investigación, sobre el accionar de Sendero Luminoso, la excarcelación de elementos de sendero por los gobiernos anteriores, los atentados de los últimos años, el incremento de las acciones de agitación y propaganda la flexibilización de las penas carcelarias, la derogación de las leyes antiterroristas, el apoyo de algunos ONGs de izquierda radical, así como de medios de publicación y comunicadores sociales, políticos y artistas, nos hacen ver una realidad que muchos, especialmente políticos y simpatizantes de organizaciones terroristas no quieren ver. Sendero sigue vive y se puede convertir en un peligro para el Estado Peruano

4. Existe una real amenaza terrorista, a pesar que el Ministerio del interior manifiesta que no pone en peligro la estabilidad del Perú, ¿ahora, pero dentro de unos dos o tres años? frente a esto el Gobierno ya no puede demorar más tiempo la ejecución de un plan enérgico e integral. Tampoco debe perder de vista el foco central del tráfico ilícito de drogas en el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE). Más que discursos o disquisiciones, se requiere que las respuestas desde el Estado sean recias, concretas y perfectamente coordinadas. Ya es hora de que el Ejecutivo empiece a mostrar resultados, en lugar de seguir lamentado más muertes de jóvenes policías.

5. Pero no solo basta con sumar el trabajo policial y militar, sino que, de forma simultánea, hay que penetrar con un sistema de inteligencia a lo largo de la alterada y boscosa zona. Resulta inaudito, sea por déficit de inteligencia o porque sus reportes no son atendidos, comprobar la ausencia de una articulada red de información que active los distintos grados de alarma ante la capacidad del narcotráfico de generar violencia.

6. Del mismo modo, la notoria desarticulación entre quienes están llamados a ejecutar operaciones y aquellos que deben generar la información confidencial, arrastra al error de ver culpables por todas partes. El país reclama una estrategia integral y no fantasma de los que quisieran valerse muchos para generar mayor confusión respecto de lo que debemos combatir. Una estrategia bajo una sola dirección.

7. Para alcanzar estos objetivos policiales es primordial una decisión política del Gobierno que englobe no solo acciones represivas sino también medidas presupuestales y sociales. Por ejemplo, es legítimo que el Gobierno reclame más recursos y ajustes legales para frenar el narcoterrorismo. Sin embargo, ¿no es acaso el propio Ejecutivo el que propuso el presupuesto para el 2008? ¿Por cierto, el ministro del Interior, Luis Alva Castro, está en condiciones de liderar estas operaciones estratégicas o conviene un ajuste de tuercas ministerial? Debido a las opiniones de un Ex Ministro.

8. También cabe preguntarse: ¿Qué hace el Estado para llegar al VRAE? Nueve de cada diez son pobres y la mitad de ellos vive en extrema pobreza. El instrumento más fiable para frenar la anarquía es que la escuela funcione, la salud no sea mendigada y que los servicios alcancen a todos. Eso genera oportunidades. Igualmente, que haya infraestructura pública para quebrar ese virtual aislamiento de la zona y conectarla con todo el país.

9. En esta lucha sin cuartel, el Gobierno no puede dejar ningún elemento fuera. Una zona en zozobra como el VRAE, con impune presencia terrorista, deja una sensación constante de que las hordas subversivas están en plena expansión. Esto jaquea la seguridad de todos los peruanos y deja al garete el futuro. Estamos, no hay duda, ante uno de los peores problemas nacionales.

10. Es conveniente que la Comisión de Defensa adopte una posición más firme en cuanto a su fiscalización en la lucha contra el narcotráfico. Esto en el entendido de que (la Policía) en el VRAE no se está enfrentando a niños de pecho, sino a delincuentes avezados con armamentos sofisticados. El Legislativo debe actuar y hacer que el Ejecutivo adopte una política proactiva de mediano y largo plazo más que reactiva.

11. Es primordial incorporar a los gobiernos regionales, provinciales y distritales en la lucha contra el tráfico ilícito de drogas, sobre todo a aquellos que forman parte de la zona del influencia del Valle del Río Apurímac y Ene (Plan VRAE), con el fin de replantear y coordinar las estrategias contra el narcoterrorismo y el Plan de Opción de Paz.

12. El proceso de liberalización de las economías desarrollado por la mayoría de los países en el marco de la globalización, permite hoy en día la presencia de capitales provenientes del narcotráfico, el que aprovechando la necesidad de los estados de aperturar sus mercados, de conformar bloques regionales y de captar capitales; lavan su dinero infiltrándolo en el sistema, creando a su vez una infraestructura “legal” que les permite ampliar sus actividades; escenario propicio para la movilización de sus recursos, no sólo en la etapa de la producción y comercialización de la droga, sino como se ha dicho, especialmente en el lavado de dinero.

13. El alto poder económico que registra el narcotráfico producto de su ilícita actividad, lo convierte en una amenaza que no encuentra barreras eficientes, ya que desborda y hasta penetra a las instituciones que deberían combatirlo, lo que contribuye a la corrupción de funcionarios vinculados a las altas esferas del poder, convirtiéndolo en un elemento desestabilizador de la vida democrática de los países de la región.

14. La pobreza estructural existente en algunos países de la región, y el poco avance en materia social, configuran un escenario propicio para que sectores de la población se vean inducidos a ingresar al circuito del narcotráfico y el terrorismo en sus diferentes modalidades.


15. La Policía Nacional en general y las unidades antinarcóticos en particular, padecen una aguda carencia de recursos que las hace presa de la corrupción, y pese a sus esfuerzos, les niega la capacidad para desarticular una mayor cantidad de organizaciones del narcotráfico e incautar un volumen superior de drogas. Se ha caído en esta situación, por que el Estado peruano destina únicamente 140 millones de dólares anuales contra el narcotráfico, siendo la mayor parte de esta suma, ayuda externa.

16. Desde la perspectiva, que los carteles mexicanos están dominando el escenario nacional, surge una profunda inquietud por la posibilidad que los narcotraficantes mexicanos incrementen el lavado de activos y el contrabando de drogas sacando provecho de manera perversa de un nuevo entorno respecto al Perú y México: en los últimos años el Perú se ha convertido en el tercer destino para las inversiones mexicanas en Sudamérica, después de Argentina y Brasil. A su vez, la Unidad de Inteligencia Financiera del Perú, advierte que el narcotráfico introduce en el sistema financiero peruano unos 380 millones de dólares anuales, de un total de dos mil millones de dólares lavados cada año.

17. Es necesario que el principio de la “Responsabilidad Compartida”, tenga vigencia frente al tráfico ilícito de drogas, comprendiendo que son tan responsables de este problema mundial, tanto las naciones que producen la materia prima, las naciones de donde emergen los capitales que alimentan el proceso de producción de drogas en cualquiera de sus etapas -incluyendo la producción de insumos- y las naciones en donde existen los mercados de consumo que incrementan la demanda.

18. El fenómeno del NARCOTERRORISMO, tomó en el Perú características bastante alarmantes, especialmente por su conexión internacional, llegando hasta el punto de distorsionar la economía al mantener un dólar barato que limitaba las posibilidades de hacer del Perú un país exportador.

19. Es imperativo que los países andinos y amazónicos nos integremos a la red del Sistema de Vigilancia de la Amazonía (SIVAN), ambicioso programa de “ocupación electrónica” de la región selvática, preparado por Brasil, cuyo objetivo es vigilar el espacio aéreo de la amazonía y crear un flujo permanente de información a fin de frenar el narcotráfico.

20. El narcotráfico en el Perú es un problema fundamentalmente socioeconómico, pues la situación de pobreza y el afán de salir de ella, ha originado masivas migraciones internas y el involucramiento de más de un millón de personas en esta actividad de manera directa e indirecta, entre ellos: campesinos, peones, jornaleros, comerciantes, trabajadores y empresarios de servicios; en suma, la mayoría de la población de las regiones donde actúa el narcotráfico. El desafío para el país radica en elevar los niveles de vida de la población campesina y no campesina de las regiones cocaleras y de las regiones expulsoras de emigrantes, se trata pues de una tarea de desarrollo socioeconómico en el ámbito nacional, priorizando la atención a las zonas de pobreza crítica y las zonas del narcotráfico. Esto es cuna para la captación de nuevos elementos terroristas.

21. En el Perú, la erradicación compulsiva de los sembríos de coca no dio resultados, ya que se ejecutó sin prever que sobrevendrían dos efectos favorables al terrorismo: aversión de la población hacia las FFOO y los órganos de represión debido a que afectaban su economía; y el apoyo de la misma a SL y el MRTA porque garantizaban su negocio. De haberse mantenido esta política, el narcoterrorismo se hubiera fortalecido hasta convertirse en incontrolable.

22. La alianza entre al narcotráfico y el terrorismo, llamado comúnmente como “narcoterrorismo” es una amenaza que crece en forma alarmante en algunos países, sin tener de parte del estado una respuesta posible. El poder de esta alianza aumenta en la misma proporción en que disminuye la capacidad y disposición de los estados para enfrentarla. Es un fenómeno mucho más grave, que merece ser abordado en su debida dimensión tanto por la sociedad como por las autoridades en general.

23. Existe poco interés entre los países del Continente, en especial de nuestro país, no se tiene una estrategia adecuada y el poco interés por aplicar una política coherente con la finalidad de prevenir y/o combatir el terrorismo, narcotráfico o narcoterrorismo; en el entendimiento que “esto es un problema” sólo de los países involucrados. Por lo que es necesario lograr un consenso en el ámbito regional para poder uniformar las legislaciones y tratados que permitan una acción conjunta y eficaz contra los grupos terroristas, narcotraficantes y narcoterroristas que operan en los distintos países del continente. Fue tardía la reacción tanto de la OEA como de la ONU para descalificar los actos criminales que venían cometiendo los grupos terroristas Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru contra el pueblo peruano.

24. Estamos, actualmente, frente a una mezcla de narcotráfico, terrorismo y demandas políticas de los cocaleros. Para enfrentar la situación no solamente será necesaria una clara estrategia contra subversiva sino también un política social que ayude a los cocaleros a cambiar de cultivo sin caer en la pobreza.

25. Es importante tener una estrategia para la reinserción social de los presos por terrorismo, que salen en libertad, ya que estos pueden ser los que incorporen a la OT- SL y participen en actividades narcoterroristas, se infiltren en organizaciones cocaleras u otros movimientos (en Ayabaca en la Compañía minera Majaz, el Sindicato único de trabajadores de la educación Peruana, SUTEP- entre otros) con el fin de sembrar caos y dar la sensación de ingobernabilidad del país, alejando con ello las inversiones que se presenten en un futuro próximo.

Por ultimo, el probable resurgimiento del terrorismo aliado al narcotráfico, no es un fenómeno netamente Militar-Policial, es un fenómeno esencialmente político - social, que los gobiernos de turno no quieren aceptar, existen zonas donde no hay presencia del Estado, la población vive en un estado de pobreza digno del siglo XV, no existen vias de comunicación, escuelas, postas medicas, etc. es ahí donde los remanentes y el trafico de drogas actúan, pero el mal Peruano es no hacer caso a los informes, el que dice algo en contra, es que no quiere la democracia y atenta contra la estabilidad.

Sobre el autor: Gral (r) Augusto Alvarez Torres. Master en Ciencias Políticas e Inteligencia Estratégica. Profesor de Inteligencia Estratégica en la Escuela Superior de Guerra, Catedrático Principal en la Escuela de Inteligencia del Ejercito (2004-2005) y egresado del Centro de Estudios Hemisféricos de la National Defense University en Washington D.C., Estados Unidos en Políticas y Estrategias de Defensa y Contraterrorismo.